-Ya prepárense que pronto llegaran sus queridos amos
–hablaba el peli-plomo aventándole un maleta de ropa para que se arreglaba ya
que era el único día en que podían sentirse lo mas bellas que podría llegar
hacer
-Mikoto-chan, crees que hoy no lleven de este terrible lugar
–le hablaba una pequeña como de 12 años de piel ligeramente morena de ojos de
color grises y cabello castaño
-no lo se Yukiko – decía la pelinegra con cara de gran
angustia peinándola para que se viera bonita– pero ya sabes no debes portarte
mal por que te pueden golpearte y no queremos que esos horrible hombres te
traten mal verdad.
-Si Miko-chan no te preocupes que yo no te voy a decepcionar
–decía la pequeña girando un vestido blanco con flores rosas que le había dado
Kabuto – yo seré la mejor esclava que podrás conocer-cuando dijo lo ultimo le
dio un vuelco en corazón al saber que no estaban ahí por ser la mejor esclava
de quehaceres domestico como ella le decía a las pequeñas si no las vendían
para otras cosas mas terribles
-Si Yuki vas hacer la mejor pero también están las demás que
quiero que mejoren, para que no les pase nada malo- mostrándole una gran
sonrisa
-Eso no es cierto no le digas mentiras Mikoto dile a todas
lo que no hacen a salir de aquí – un joven de 15 años de pelirroja cabellera de
ojos verdes y piel blanca como nieves le decía con gran molestia por que Mikoto
no hablara con la verdad
- Todavía no están listas para eso Miyuki – un poco molesta,
pero tenia razón pero a la vez no tenia que ser cruel con las más pequeñas de
grupo
-listas para que- decía Yuki con sus grandes ojitos que
hicieron que le diera otro vuelco en corazón y la abrazara para ya no decirle
nada, cuando volvió a entra el peli-plateado
-Ya están listas bastardas que ya llegaron sus nuevo amos –
la cual la mayoría temblando le decía que si por que algunas como Miyuki sabia
a lo que se dirigían - Mikoto ponle las cadenas –arrojándoles unas cadenas con
grilletes para colocarse en los tobillos lo cual tuvo que asentir para ponerle
a cada joven las cadenas diciendo que no hicieran ninguna tontería por que a
todas les podría ir mal y no quería que pasaran por algo mas así salieron las
jóvenes encadenadas una a otras en un fila de estaturas primero por las mas
pequeñas hasta las mas grandes mostrando un numero que las representaba siendo
la ultima Mikoto
- Bueno ha aquí están
las mas bellas mujeres y donceles que tenemos – hablaba el pelinegro mostrando
a cada doncella y doncel que se
encontraba atado-pasen que escojan cual será su linda mercancía.
Ya varios donceles y doncellas se las habían llevado varios
hombres y mujeres quedando pocas jóvenes
-Miko-chan –le hablaba la castaña
-que pasa Yuki.
-Ya se fuero todas mi amiguitas y no quiero estar sola me
siento mal –le comentaba con su cara llena de tristeza por no se llevada como
ninguno de aquellas personas
-No te preocupes que quizás salgamos de aquí hoy y juntas
pero no te preocu...-ya no pudo terminar de decirle por un hombre obeso la
había jalado para ver como era dándole vueltas para ver mas su cuerpo que
hiciera cayera por que el grillete que la tenia sujetada
-Eres deliciosa serás mi mejor compra y compañía que he
tenido –le susurraba en el oído y lamiendo la mejilla que provoco un cara de
horror y asco en la pelinegra siendo observada por Kabuto que le mostraba una
gran sonrisa
POV peli-plomo
Te dije maldita que me las pagarías, al fin te vas a la
larga con el más repulsivo hombre que me pude encontrar y que quiera pagar una
buena cantidad por tu virginidad jaja
Fin del POV
Ya al terminar de escoger los hombre, que todavía se
encontraban viendo al jóvenes se dirigieron a una habitación en donde se
encontraba la serpiente de Orochimaru pagar cuales eran su elecciones para
poder llevárselas
-quiero a la pelinegra – le exigía el regordete hombre que
se lamia los labios
-Cual hay varias y muy hermosas
-la 65 – lo cual sorprendió al pelinegro por que al fin se
llevarían Mikoto y seria una buena venta
-seria 10 bolsas de oro-le declaraba el precio que ni el
regordete se sorprendió por que Kabuto le había dicho que seria muy cara por
que aun conservaba su virginidad que par el valía mucho
-claro que aquí tiene – mientras le arrojaban la bolsas de
oro
-¡Yo también quiero a la 65...! –le decía un hombre alto que
cubría su cabeza una capa negra - 20 bolsas de oro ahora mismos –le aventaba la
20 bolsas de oro.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario